LOADING...

abril 14, 2023

Colaboración de científicos y empresa permiten el desarrollo de nuevas vacunas para peces planos

Dos equipos de investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela en colaboración con expertos de la empresa Stolt Sea Farm han logrado avances interesantes en el desarrollo de nuevas formulaciones de vacunas para enfermedades comunes en peces planos. Más específicamente se han desarrollado vacunas contra furunculosis y lenguado y contra escuticcociliatosis en rodaballo.

Concretamente se trata de los grupos de investigación de la USC sobre Patología en Acuicultura y sobre Tecnología farmacéutica y sistemas de liberación, inmunobiología parasitaria y parasitosis hídricas han realizado estos desarrollos en el marco del proyecto ‘Investigación biotecnológica en el planteamiento de vacunas para peces planos’.

Las investigaciones estás financiadas por el Centro para el desarrollo tecnológico y de innovación (CDTI) del Ministerio de Ciencia e Innovación y con el Fondo Europeo Marítimo de Pesca (FEMP).

La nueva vacuna y programa de administración contra furunculosis en lenguado ha sido desarrollada por los investigadores Alicia Estévez-Toranzo, Beatriz Magariños y Manuel Lemos, del grupo de Patología en Acuicultura de la Universidad de Santiago de Compostela.

Esta enfermedad, como explican, es producida por cepas atípicas de Aeromonas salmonicida. El objetivo ha sido lograr una protección efectiva contra esta enfermedad. Para ello, se llevó a cabo la caracterización fenotípica y genómica de una colección de cepas de Aeromonas causantes de mortandad de las piscifactorías de lenguado.

En el proceso de desarrollo los investigadores han utilizado avanzadas técnicas de secuenciación y genómica comparativa. Analizaron los genomas completos de las cepas aisladas y caracterizaron algunos genes importantes de la patogenicidad de esta bacteria, como los implicados en la síntesis de lipopolisacárido, la producción de la capa A, las proteínas de membrana externa reguladas por déficit de hierro, la síntesis y la adquisición de sideróforos acinetobacter y amonabactina, o el sistema de secreción tipo 3 y sus proteínas efectoras.

Como señala al respecto Alicia Estévez Toranzo, este tipo de investigación “contribuye decisivamente al éxito de la piscicultura tanto a nivel regional, estatal como internacional”, debido a que la prevención basada en el uso de vacunas es un factor crucial para la salud de los peces y para el crecimiento sostenible de la industria acuícola.

El estudio de las condiciones óptimas de crecimiento de las cepas seleccionadas para obtener densidades celulares idóneas para la producción de vacuna sin interferir en la expresión de los factores de virulencia o en la síntesis del antígeno, fue otro paso importante en el desarrollo del proyecto, según señalan.

La optimización de la formulación de la vacuna frente a la furunculosis atípica como principal objetivo del trabajo, se realizó evaluando la efectividad de la incorporación de diferentes adyuvantes, tanto oleosos como poliméricos, con el fin de seleccionar el mejor candidato en cuanto a la protección de los peces o duración de la inmunidad.

Desarrollo de una vacuna contra escuticociliatosis en rodaballo
Por su parte, los investigadores José Manuel Leiro, Jesús Lamas y Rosa Ana Sueiro, pertenecientes al grupo de Tecnología Farmacéutica y Sistemas de Liberación, Inmunobiología Parasitaria y Parasitosis del Agua, desarrollaron durante tres años nuevas vacunas contra el parásito ciliado Philasterides dicentrarchi, causante de la escuticociliatosis en peces, y responsable de importantes mortalidades en rodaballo de cultivo.
Como explican, las vacunas para peces que se administran por inyección llevan un adyuvante, que suele ser de tipo oleoso, que aumenta la respuesta inmune frente a un antígeno. Sin embargo, no es raro que estos adyuvantes causen datos en la zona de administración.

En el proyecto se desarrollaron nuevos adyuvantes a base de geles de quitosano y levadura que mejoran la respuesta inmune, pero que son menos reactogénicos que los adyuvantes oleosos, explican.

El proyecto también abarca la búsqueda de antígenos con efectos protectores.

El ciliado tiene dos familias de proteínas en su superficie, las leishmanolisinas y las proteínas de superficie variable, las cuales se consideran buenas candidatas para formar parte de la vacuna.

Debido a que estas familias de proteínas tienen numerosos componentes, “cada vez es más laborioso probar las proteínas individualmente, por lo que se siguió la estrategia de hacer péptidos quiméricos recombinantes expresados en la levadura” señalaron.

Como explican, el resultado de esta investigación logró hallazgos realmente interesantes, y que parecen ser clave para el desarrollo de vacunas contra este parásito.

Finalmente, el proyecto desarrolló nuevos métodos para determinar los efectos de la vacuna en términos de protección contra el parásito, sin tener que matar a los peces.

Fuente: Mis Peces

Prev Post

Organizaciones acusan a Costa Rica ante Estados Unidos por pesca ilegal de tiburones amenazados

Next Post

La creciente clase media de Vietnam consume más productos del mar premium importados

post-bars

Leave a Comment