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marzo 27, 2023

Salmón, langostino y harina de pescado, gran incertidumbre sobre su evolución debido a la inflación y recesión

En 2023 la demanda está alcanzando el punto de inflexión debido a la recesión que sigue a la inflación de 2022. Pese a este panorama, el salmón Atlántico se muestra una especie resiliente, manteniendo una demanda sólida mientras otras especies como, por ejemplo, el langostino se está viendo afectada por el comportamiento más conservador de los consumidores.

Con una demanda debilitándose y una alta oferta de productos altas se espera que los precios del langostino se mantengan bajos por la menor demanda en Estados Unidos de América y Europa, señala en su último artículo Gorjan Nikolik en Rabobank.

Por otra parte, señala el experto, la escasez global de proteína para alimentación animal mantiene los precios de harina de pescado firmes, “a pesar de la corrección mundial de los precios de soja”.

Por consiguiente, y según este informe, lo esperado es que los precios del salmón sigan siendo altos, aunque caerán por debajo del precio alcanzado en la primera mitad de 2022. Solo puede distorsionar esta situación el nuevo impuesto propuesto en Noruega para gravar la actividad.

En contraste, añade, los bajos precios del langostino “probablemente tocarán fondo en la primera mitad de 2023 o más adelante en el año”. Dependerá del desarrollo que se produzca en los volúmenes producidos en Ecuador, añade.

Los costes operativos siguen siendo altos a pesar de la corrección que ya se observa. Habrá que esperar cómo se comporta la pesca de anchoveta de Perú para que mejore la oferta de harina de pescado, aunque como indica, se necesitará una tasa de captura de 100% “para que mejore”.

Fuente: Mis Peces

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